¿Por qué es importante la figura del sumiller?

El mundo del vino tiene varios protagonistas: el bodeguero, el crítico, el distribuidor, el sumiller y el enólogo.

El sumiller es un profesional experto en vino que aconseja a los clientes de un restaurante sobre cuál es el vino más recomendable para la ocasión.

El nombre procede del medievo, donde existían funcionarios reales encargados de custodiar los cargamentos de vinos en los castillos de Francia, ya que se utilizaban en las celebraciones de banquetes y firmas de tratados.

El primer sumiller conocido fue Sane Lancerio, asesor del Papa Pablo III, en el año 1550. Éste recomendaba al Pontífice el vino según la comida del día o la estación del año. Además, creó toda una terminología para describir los olores y colores del vino.

El sumiller se encarga de crear la carta de vinos del restaurante, según el tipo de gastronomía que ofrece el establecimiento. También renueva la bodega del restaurante y establece el correcto almacenaje de los vinos.

Este profesional se preocupa de que el servicio que atiende las mesas sirva el vino correctamente. Tiene que saber comprar, fijar los precios y vender las botellas.

El sumiller también asesora en cervezas, licores, té, café, aceite, agua, jamón, queso, etc.

Sin embargo, el enólogo trabaja para una bodega, mientras que el sumiller trabaja para el consumidor.

Aconseja a los clientes y se interesa por la comida que van a degustar y les hará preguntas sobre sus gustos particulares. A continuación, te explicamos las características de un buen sumiller:

-Asesora a los clientes.

-Está en contacto con los productores para poder transmitir su filosofía.

-Sabe mucho de gastronomía.

-Nunca deja de estudiar.

-Es aconsejable pertenecer a una asociación de sumilleres.

En Estados Unidos, un sumiller cuenta con un salario entre 60.000 y 78.000 dólares. En Reino Unido, un sumiller con experiencia y cualificación internacional, 60.000 libras. En España, entre 18.000 y 24.000 euros más incentivos.

Todos los años en el concurso “Nariz de oro” los 35 mejores sumilleres de España adivinan – solo a través del olfato – cinco bebidas del mundo, servidas en copas negras.

«El vino es una de las pocas cosas que puede luchar contra la despoblación. Es uno de los pocos productos agrarios que da valor añadido y fija población en el campo. Hay que fijarse bien: en lugares como la Ribera del Duero, la población no cae. No digo que suba, pero al menos se mantiene. Burgos, donde yo he vivido toda mi vida, tiene la mayor concentración de pueblos de España, y eso tiene mucho que ver con el hecho de que los lugares donde se produce viñedo, fijan la población», dice Paco Berciano, enólogo y uno de los mayores expertos del país en vino.

Otro profesional que destaca en este sector es el enólogo. Para poder ejercer esta profesión es fundamental formarse, por lo que la Universidad de La Rioja fue la primera en impartir la Licenciatura Universitaria en Enología, un título que se ha sustituido por el Grado en Enología.

Esta figura conoce los aromas, el color y la textura del vino. También elige la tierra y la variedad de uva a emplear para el cultivo de los viñedos.

El vino es una de las bebidas alcohólicas más antiguas de la humanidad y contiene poderosos antioxidantes. Esta bebida aporta vitaminas, minerales, ácidos, aminoácidos, polifenoles, zinc, fósforo y magnesio.

«El vino tinto está incorporado en la dieta Mediterránea al prevenir la enfermedades relacionadas con el corazón y ofrecer una serie de ventajas que protegen la salud en general. De hecho se recomienda tomar dos vasitos de vino tinto al día acompañando a comidas sanas», explican desde el periódico digital Okdiario.

Varios estudios han comprobado que incrementa la producción de endorfinas, previene enfermedades cardiovasculares, mejora el colesterol, etc. Pero no puedes beber el vino en cualquier copa.

Desde la empresa Giona, expertos en vasos de vino, nos cuentan las siguientes recomendaciones:

-Es importante beber en una copa de cristal o vidrio fino y transparente.

-No puedes superar un tercio de la capacidad de la copa, para poder mover el vino con libertad.

-No es aconsejable utilizar la misma copa para probar diferentes vinos, y si lo haces, tienes que enjuagar la copa con unas gotas del próximo vino que vayas a probar.

-La forma correcta de agarrar una copa es por el tallo, porque si el cuerpo está a 37 grados es capaz de calentar el vino mientras se consume.

Este verano disfruta de una copa de vino con la variedad de tapas que tenemos en la gastronomía española, por ejemplo con un pincho de tortilla de patatas, un plato de jamón serrano, una tapa de ensaladilla rusa o patatas con mayonesa.

El vino también lo puedes acompañar de platos calientes como el cocido, las lentejas castellanas, las patatas guisadas con cordero o cremas calientes.

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