Hoy día, tendemos a relacionar automáticamente la palabra “ecológico” con “sana” en la misma frase, aunque esto no siempre traiga consigo una experiencia 100% positiva ¿verdad?
Los que compramos a diario para hacer de comer y nos preocupamos por aquello que comemos sabemos a ciencia cierta cuáles son las ventajas y las desventajas de consumir alimentos ecológicos, y, sobre todo, conocemos bien cómo nos afecta económicamente a consumidores y fabricantes.
Esta doble moral nos lleva a muchos a tener que cuestionarnos si deberíamos o no implementar en nuestras vidas estos hábitos alimenticios, viéndonos superados muchas veces por el alto precio de los alimentos ecológicos y la poca durabilidad que éstos presentan frente a su precio. Aun así, lo cierto es que los alimentos ecológicos suponen un gran salto de calidad en nuestra salud, y por ello lo justo es conocer todo lo relacionado con este tema para poder tomar la mejor decisión para nuestras vidas.
¿Qué significa que un alimento sea ecológico?
Para que un alimento sea ecológico, no basta sólo con que este venga del campo y llegue a nuestra mesa; el proceso es mucho más complicado tanto para agricultores como para empresas, ya que, si fuera tan sencillo no sería tan caro ¿verdad?
Y es que esa es la verdadera realidad: consumir alimentos ecológicos (al igual que ocurre con los alimentos sin gluten o sin lactosa) supone un gran esfuerzo económico para el consumidor, ya que los procesos de fabricación y obtención de dichos alimentos no son igual de sencillos y rápidos que los que suponen el resto de alimentos procesados.
Por ello, uno de los requisitos principales que encontramos para que un alimento sea calificado de ecológico es que éste debe contar con un certificado que lo confirme, como el certificado “GoGreen” del que nos hablan los expertos de efcSpain.
Este certificado se consigue cuando el alimento se cultiva bajo las siguientes características:
Para cultivar y tratar los alimentos se deben utilizar métodos naturales para fertilizar el suelo, como el compostaje y el estiércol orgánico. A continuación, se evita por completo el uso de pesticidas y herbicidas químicos sintéticos, optando por métodos naturales como el control de plagas biológico. Asimismo, se practica la rotación de cultivos para mantener la salud del suelo y así evitar la erosión del mismo. Otro de los puntos fuertes de los alimentos ecológicos es la biodiversidad en las granjas ecológicas, para así poder promover un equilibrio natural en los ecosistemas.
De este modo, sacamos en claro que un alimento se considera ecológico cuando:
- Se utilizan ingredientes certificados para su elaboración.
- Se evitan aditivos artificiales, colorantes y conservantes sintéticos.
- Están procesados de manera más artesanal y respetuosa con el medio ambiente.
- Durante su elaboración, se prioriza el uso de energías renovables en las instalaciones de procesamiento.
El proceso es mucho más lento, más caro y los productos pueden no salir como esperábamos; de hecho, los alimentos suelen salir mucho más pequeños al ser plantados de forma ecológica que de forma procesada, lo cual suele molestar a los consumidores por su alto precio.
Ventajas y desventajas de los alimentos ecológicos.
Para tener más claro todavía la diferencia entre consumir y no consumir alimentos ecológicos, dividiremos una franja entre las ventajas y sus desventajas que nos permitirán realizar una conclusión final.
De esta forma, como ventajas principales encontramos:
- Mayor contenido nutricional.
Algunos estudios sugieren que los alimentos ecológicos pueden tener un mayor contenido de ciertos nutrientes, como antioxidantes, vitaminas y minerales, en comparación con los alimentos convencionales.
- Reducción de residuos químicos.
Al no utilizar pesticidas ni fertilizantes sintéticos, los alimentos ecológicos tienen niveles mucho más bajos de residuos químicos, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con estos compuestos.
- Impacto ambiental positivo.
Como hemos visto, las prácticas de agricultura ecológica tienden a ser más sostenibles, fomentando la salud del suelo, reduciendo la contaminación del agua y promoviendo la biodiversidad.
- Bienestar animal.
En la producción de alimentos ecológicos de origen animal, se suelen seguir normas más estrictas de bienestar animal, proporcionando condiciones de vida más naturales y menos estresantes para los animales.
- Apoyo a productores locales.
Muchos productos ecológicos son cultivados por agricultores locales, lo que ayuda a fortalecer la economía rural y reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos.
Por otra parte, las desventajas que destacamos son:
- Son más caros.
Los alimentos ecológicos suelen ser más caros debido a los mayores gastos de producción asociados con prácticas agrícolas más trabajosas y la menor escala de producción en comparación con la agricultura tradicional.
- Disponibilidad limitada.
En algunas zonas, puede ser más difícil encontrar alimentos ecológicos, ya que su producción y distribución están menos extendidas que la de los alimentos convencionales.
- Vida útil más corta.
Al no contener conservantes químicos, los alimentos ecológicos pueden tener una vida útil más corta y ser más susceptibles a daños por insectos y enfermedades.
- Menor rendimiento.
Las prácticas de agricultura ecológica a veces resultan en menores rendimientos de cultivos en comparación con las prácticas tradicionales, lo cual puede limitar la cantidad de alimentos disponibles y aumentar su precio.
Conclusión final.
Como conclusión final de todo este tema sacamos en claro que las personas sí deben introducir en su dieta alimentos ecológicos, pero quizá sin obsesionarse.
¿Qué queremos decir con esto? Pues que, en vez de gastarnos un montón de dinero a diario en obtener productos ecológicos, debemos ir poco a poco, haciendo lo que podamos siempre y cuando nos preocupemos por mejorar nuestra calidad de vida.
Al fin y al cabo, la mayoría de nosotros hemos crecido consumiendo los alimentos tradicionales que todos conocemos, cultivados de las formas que ya sabemos ¡y no nos ha pasado nada realmente! Hay que hacer el cuerpo fuerte comiendo de todo, eso está claro, pero no por ello debemos dejar de cuidarnos.