La vida no está exenta de riesgos. En cualquier momento puede ser necesario recurrir a la ayuda profesional para movilizar a una persona. Enfermos y personas de avanzada edad, son muy proclives a requerir de este tipo de cuidados especiales. Cuando es necesario recurrir a la movilización por parte de terceros, es igualmente necesario en numerosas ocasiones, requerir de la ayuda de aparatos o dispositivos que faciliten la tarea. La finalidad de estos equipos, no es otra que realizar las movilizaciones y desplazamientos de forma segura, tanto para el paciente como para el cuidador.
Como bien saben los cuidadores y personal de hospitales y centros de cuidado como pueden ser residencias de ancianos, la movilización requiere más de práctica y destreza que de fuerza. Sin embargo, la fuerza también puede ser importante en según qué situaciones. La tecnología lleva décadas al servicio de la movilización de enfermos y personas con movilidad reducida, para facilitar su vida y la de aquellos que les cuidan.
Mover a un anciano o a una persona dependiente que se encuentra con movilización limitada, puede ser uno de los momentos más delicados del día. Los riesgos existentes ante caídas, lesiones del propio cuidador, rozaduras, golpes o cualquier tipo de contingencia, están siempre presentes. Para evitar este tipo de problemas añadidos y realizar movilizaciones seguras y fáciles, el mercado pone a disposición de los pacientes y cuidadores, diversos tipos de dispositivos y aparatos que permiten facilitar la tarea.
En este artículo, vamos a enumerar algunos de los diferentes tipos de dispositivos diseñados con tal fin. De la mano de Cuidaria, especialistas en alquiler de camas articuladas, nos adentramos en el mundo de los dispositivos para la movilización. De tal manera que si tu situación requiere de aparatos de esta categoría, puedas encontrar el que más se adapte a tus necesidades.
Un dispositivo para cada situación o necesidad
Dentro de la variedad existente para asistir en la movilización de personas con limitaciones de movilidad o dependencia, podemos distinguir entre varios tipos. Uno de ellos, muy habitual, consiste en los dispositivos diseñados para incorporarse en la cama. Las personas con movilidad reducida pasan horas y horas en la cama de forma inevitable. En dicha situación, es necesario que estas personas, realicen cambios de postura de forma frecuente. Aunque siempre se han encargado de esta tarea, auxiliares o familiares, en la actualidad, podemos encontrar dispositivos sencillos que pueden instalarse en la cama para facilitar la movilidad de estas personas por si mismas o sujetar, aunque sea, parte de su peso en caso de requerir ayuda de otra persona.
Uno de estos dispositivos, son las barras para la cama. Estas barras que todos hemos visto en alguna ocasión, se fijan a la cama y los sillones para permitir que las personas que padecen problemas de movilidad en piernas y abdomen puedan incorporarse, cambiar de posición, acostarse e, incluso, cambiar de superficie. Es decir, pasar de la cama a una silla o viceversa. Aunque en muchos casos pueden necesitar ayuda de otra persona, parte de su peso, puede ser sostenida por las barras.
Las escaleras para incorporación, son dispositivos que tienen una misión muy similar a la barra. En este caso, se trata de una escalerilla que se sujeta a los pies de la cama para facilitar que la persona con dificultades de movilidad, pueda incorporarse poco a poco, agarrándose a las barras.
Cuando se trata de cambios que requieren de mayor ayuda por parte del paciente, levantar a las personas con movilidad reducida para pasarla a una silla de ruedas o la bañera, puede suponer un reto. No solo para el paciente que debe confiar plenamente en la destreza del cuidador, este, también debe realizar el movimiento con seguridad para sí mismo. Para esta situación que requiere de realizar la rotación del tronco, al mismo tiempo que sujetamos el peso del paciente, existen dispositivos diseñados para facilitar la tarea. Esto es un gran avance, puesto que esta movilización en particular es una de las razones más frecuentes de lesiones en la espalda.
La tabla de transferencias, es como su nombre indica, una tabla que, fijada a la cama, posibilita el cambio de posición o dirección mediante un deslizamiento, evitando que haya que soportar el peso y rotar al mismo tiempo.
Otra opción es recurrir al disco de transferencias. Este dispositivo, permite colocar a la persona dependiente encima y hacer que rote, pasando de una superficie a otra de una manera estable y suave. Para utilizar este dispositivo, es necesario que la persona dependiente pueda sostenerse en pie.
El cinturón de transferencia es un dispositivo diseñado para ser colocado alrededor de la cintura del cuidador, como si de una faja se tratara. Incluye en su diseño una serie de agarraderas que facilitan que la persona dependiente se sujete y el peso, quede repartido en lugar de caer sobre la espalda.
Del mismo modo, es posible encontrar dispositivos conocidos como bipedestador para transferencia y bipedestador steady. El primero de ellos, consiste en un dispositivo que, colocado en el suelo, permite a la persona dependiente ponerse en pie sobre él y ser movido en horizontal. La distancia que cubre es corta y permite pasar de la cama a un sillón o viceversa. Incluye soportes para rodillas y agarraderas. Para utilizarse, la persona dependiente debe ser capaz de mantenerse en pie.
Respecto al segundo, similar al primero, permite pasar de una posición sentada a estar en pie, por lo que es necesario que la persona dependiente, tenga cierta fuerza en las piernas y pueda mantener la postura.
Dispositivos más específicos para movilizaciones absolutas
En muchas ocasiones, la necesidad de un cuidador es absoluta para el paciente. Esto quiere decir que la persona en cuestión, conserva poca fuerza o no puede ayudar al cuidador a consecuencia de su condición física o mental, por lo que requiere de alguien que se convierta en sus manos y sus pies. Para ayudarse en estas situaciones, los cuidadores pueden utilizar diferentes tipos de grúa.
Dentro de esta categoría, encontramos la grúa móvil. Este equipo de transferencia eleva y desplaza a la persona en posición sentada o tumbada mediante unos arneses que se colocan en el paciente. Las grúas móviles, tienen ruedas en la base, por lo que, una vez que la persona esta convenientemente sujeta y colocada, puede moverse libremente por la estancia. Como inconveniente encontramos la necesidad de espacio libre para poder utilizarla.
Existen también las conocidas como grúas de bipedestación. En este caso, se trata de una grúa móvil que incluye la posibilidad de que la persona se transfiera sentada o de pie, lo que facilita la transferencia de un asiento a otro o hasta la cama. Es muy útil para realizar la higiene diaria del paciente, puesto que facilita el acceso a todas las partes del cuerpo. Al igual que la anterior, cuenta con la desventaja de la necesidad de espacio.
Una de las mejores alternativas, sin embargo, son las grúas de techo o fijas que posibilitan la transferencia de la cama a la silla de ruedas y viceversa. Estas grúas liberan al cuidado de tener que sostener todo el peso y son una excelente opción en el caso de no disponer de espacio en la habitación. Aunque requiere de una instalación previa de railes y columnas para sujetarla.
Además de estos dispositivos mencionados, es posible encontrar en el mercado, algunos diseñados con la finalidad de incorporarse desde el asiento. Son los más habituales para las personas que todavía conservan movilidad pero necesitan de ayuda cuando es necesario levantar todo el peso de su cuerpo. Los dispositivos diseñados para facilitar la incorporación suponen una diferencia en su autonomía.
Entre ellos, podemos encontrar el cojín elevador. Se trata de un cojín que, gracias a un compresor de aires, se eleva con solo pulsar un botón, facilitando que la persona se ponga de pie.
Muy similar al cojín, tenemos el asiento elevador que, en este caso, cuenta con un sistema hidráulico que se instala en el sillón, con la finalidad de ayudar a la persona a que se incorpore sin ningún esfuerzo.
Aparte de estos dispositivos tan útiles para facilitar la movilización de las personas con dependencia en mayor o menor medida, no podemos dejar de mencionar las camas articuladas. Estas camas, si bien no son elementos de movilización al uso, permiten con sus funciones que, los usuarios descansen de manera correcta y adecuada en función de sus necesidades y facilitan su colocación o incorporación.
Existe una gran variedad de elementos para la movilización como ya hemos podido comprobar en este artículo. Solo es necesario seleccionar el aparato que resulte más adecuado para cada situación. Para ello, hay que tener en cuenta las necesidades de la persona dependiente y el cuidador, además de contar con la movilidad y fuerza que todavía posee la persona con movilidad reducida, el espacio disponible en la vivienda y la rutina que sigue la persona, así como las movilizaciones que son más frecuentes y necesarias.
Con estos aparatos como ayuda, los cuidadores y pacientes, sufren muchos menos daños en su espalda y corren menos riesgo de lesión o caída. Algo que puede ser muy frecuente en las movilizaciones.