Renovarse o morir. Es lo que garantiza el dicho popular y os adelantamos, antes de meternos en más materia, que estamos plenamente de acuerdo con una afirmación como la que acabamos de hacer. La vida no es siempre igual por mucho que a veces lo parezca. Va cambiando con el paso de los años y las necesidades de las personas que poblamos el mundo lo hacen del mismo modo. Para vivir tal y como nos gustaría, es interesante que encontremos la manera de adaptarnos a esa realidad cambiante y conseguir sentirnos cómodos con el entorno que nos rodea. Si no lo hacemos, tendremos que padecer las consecuencias más pronto que tarde.
Existen muchas maneras de irse adaptando a esa vida cambiante de la que estamos hablando. Una de las más eficaces y de las que van a jugar un papel más destacado tiene que ver con los lugares que solemos habitar. Proporcionarle mejoras a nuestra vivienda es idóneo para conseguir un bienestar creciente en nuestra vida. Y es que no cabe la menor duda de que todo lo que tenga que ver con adaptar y mejorar el espacio en el que más horas pasamos va a generar beneficios para nosotros y nosotras mismas. De la calidad de esos espacios va a depender la calidad de nuestra vida, os lo podemos asegurar. Y ese es el motivo por el que nos estamos tomando este asunto cada día más en serio.
La reforma de viviendas y espacios de trabajo se ha convertido en algo habitual en los tiempos en los que nos movemos. Según una noticia que fue publicada el pasado mes de febrero en el portal web Idealista, está previsto que, a lo largo de este 2024, se reformen 1’8 millones de viviendas en España, una cifra que supera en un 1% a la cantidad total que se registró a lo largo del año 2023. Esto viene a demostrar que sabemos de la importancia que tiene adaptar nuestros espacios a las necesidades de la actualidad y que estamos haciendo grandes esfuerzos para intentar conseguir ese objetivo. Ni que decir tiene que esperamos que así siga siendo de cara a los próximos años.
Vamos a centrarnos, en los párrafos que siguen, en lo que tiene que ver con los espacios de trabajo, que también requieren de una actualización permanente con el fin de potenciar todo lo relativo a la comodidad, la seguridad y la productividad de cada trabajador y trabajadora. Sin duda, hablamos de un asunto que es fundamental, que también ha sido tomado muy en serio por parte de la comunidad empresarial y que día a día viene siendo implementado por una buena nómina de negocios de todos los sectores. Nos alegra que así sea. Las empresas de hoy en día necesitan instalaciones de hoy en día. Es una de las grandes razones por las cuales podemos considerar que han reforzado su competitividad con respecto a los negocios de otros países de la Unión Europea.
La rehabilitación de espacios de trabajo ha sido tomada muy en serio por las empresas españolas y son los propios negocios encargados de acometer estas rehabilitaciones quienes lo afirman de manera categórica. Los y las profesionales de Geneop, una empresa dedicada a la rehabilitación de edificios en Madrid, así nos lo han indicado, compartiendo con nosotros el dato de que el número de reformas de espacios de trabajo que acometieron a lo largo de 2023 se duplicó con respecto a los datos que se recogieron en 2022. Sin duda, hablamos de un dato que es muy significativo y que dice mucho de unos negocios españoles que quieren unas instalaciones de primera calidad para cumplir todos y cada uno de sus propósitos.
Es obvio que ese es un primer paso, y muy importante, para tratar de hacer precisamente eso, cumplir con los objetivos que la empresa tenga en el horizonte. Os podemos asegurar que la comodidad de los espacios de trabajo tiene un papel destacado en lo que respecta a la motivación de la plantilla. Y ya sabéis lo importante que resulta que una plantilla esté motivada. Es lo que va a marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el resultado que obtengamos de nuestra actividad. Si tenemos a gente comprometida con nosotros, va a ser más fácil que todo lo que tengamos en mente se haga realidad.
Imaginaos por un momento que trabajáis para una empresa que no tiene en cuenta, por ejemplo, factores como el aislamiento térmico o acústico en sus instalaciones. Sus trabajadores y trabajadoras podríais sufrir, por poner un solo ejemplo, desconcentraciones a causa del ruido exterior y de las bajas o altas temperaturas que se filtran a través de las paredes o el tejado. Como consecuencia directa de esto, vuestro rendimiento bajaría y no digamos vuestra motivación. Es probable que pensarais: “mi empresa no invierte en mi comodidad en el trabajo, así que, ¿de verdad vale la pena dar lo mejor de mí?”. Este tipo de pensamientos se dan en la realidad y os podemos asegurar que tienen una influencia muy grande en el desempeño de un negocio.
Por supuesto, somos conscientes de que todavía existen muchas empresas que no se toman este asunto tan en serio como merece. Ni que decir tiene que sus responsables están cometiendo un error que nosotros consideramos garrafal y que puede conducir a no tener el impacto que se está buscando día a día. Como es lógico, se necesita conciencia en relación a este asunto y no concebir el coste de la rehabilitación como un gasto, sino como una inversión en presente y futuro. Está claro que, si lo vemos como esa inversión, vamos a ser mucho más proclives a incorporar este tipo de mejoras y muchas otras.
Por otro lado, hay que apuntar una cuestión y es que la rehabilitación de edificios también es una inversión en lo que tiene que ver con la imagen del negocio que la lleva a cabo. Cuando alguien de fuera de nuestras instalaciones acude a las mismas y ve que son modernas, se lleva una impresión bastante buena de nosotros. Sin embargo, si la situación es la contraria, la verdad es que esa imagen va a ser muy negativa y es posible que, tanto si se trata de un cliente como de un posible proveedor, no quiera volver a saber nada de nosotros de cara al resto de su trayectoria profesional.
Una inversión que también puede ser medioambientalmente interesante
Muchas rehabilitaciones de edificios conllevan un importante avance en lo que tiene que ver con el cuidado de nuestro entorno, algo que es básico para el respeto por la vida de los seres humanos y de todas las especies animales y vegetales que nos encontremos sobre el planeta. Uno de los ejemplos que os podemos poner para hablar de este tema es el hecho de que el 32% de las empresas de este país ya tenía instalaciones fotovoltaicas y el 91% tenía previsto instalar paneles solares, de acuerdo con una información publicada en una noticia de El Periódico de la Energía en septiembre del año pasado.
Lógicamente, el futuro del planeta depende de acciones como de las que acabamos de hablar y no cabe la menor duda de que todos y todas tenemos un papel en ese sentido. Las personas, las empresas y las instituciones públicas tienen que promover todo tipo de acciones para intentar que tengamos un futuro y si eso, además, sirve para que tengamos una mejor organización y motivación en el día a día del trabajo, mejor que mejor. Sería la mejor manera, sin duda alguna, de hacer de la vida algo mejor en todos los aspectos. Nadie saldría perdiendo en situaciones así.
La conciencia que tenemos hoy en relación a asuntos como el medioambiente o la comodidad en el trabajo es mucho más grande que la que teníamos en algún otro momento pasado. Ahora disponemos de estudios constatados de que factores como la motivación tienen una relevancia muy grande en la consecución de los propósitos de la empresa, así que todos los empresarios tratan de cultivarla de algún modo. Esperamos que eso siga siendo así, porque de ello va a depender en buena medida la suerte que todo tipo de entidades puedan tener a lo largo de su existencia. Y la sociedad necesita empresas fuertes y compuestas por gente dispuesta a comerse el mundo.
A veces, esa apuesta por el medioambiente y por nuestra propia empresa se puede realizar de manera conjunta. Y lo que hemos comentado en los últimos párrafos es el mejor ejemplo de ello. Ni que decir tiene que salimos beneficiados en caso de que optemos por este camino, un camino que debemos recorrer sin miedo, siendo conscientes de que estamos haciendo lo correcto por el cuidado del planeta y por el de nuestro propio negocio. Sin duda, quienes han apostado por esto no tienen motivos para arrepentirse lo más mínimo y, de hecho, lo que sí han encontrado han sido razones para potenciar todavía más esa actuación.