Enseñanza secundaria, la salida laboral más frecuente entre muchos universitarios.

Profesora de enseñanza secundaria.

Prepararse oposiciones para enseñanza secundaria es la salida laboral más frecuente entre muchos licenciados que acaban de terminar la carrera. En algunos casos, porque su carrera no tiene muchas más opciones reales de trabajo; en otros, porque es la alternativa más segura. Nos asomamos a la realidad del acceso a la docencia en enseñanza secundaria.

De los amigos y conocidos que estudiaban en la universidad cuando yo lo hacía, me atrevería a asegurar, sin riesgo a equivocarme, que más de la mitad terminó trabajando en enseñanza.

En algunos casos era evidente. Raúl estudiaba historia, tras intentar trabajar como guía turístico y como documentalista en un museo provincial, al final se rindió y decidió presentarse a  unas oposiciones de profesor de instituto.

Su amigo Héctor, que vivía en el mismo piso de estudiantes, no lo dudó desde un principio. Terminó la carrera de filología hispánica y enseguida comenzó a prepararse las oposiciones.

Pilar estudió matemáticas. Su sueño siempre había sido ser profesora. En cuanto pudo, se inscribió en la bolsa de trabajo de la Generalitat de Cataluña. Cuando llevaba cuatro años realzando sustituciones e interinajes, apareció su oportunidad. Se convocaron plazas para profesor de secundaria en Cataluña y aprobó las oposiciones. Los años que había trabajado como interina le sirvieron como méritos. Añadiéndole algunos puntos más a la nota del examen, con lo que aseguró su plaza.

Mi amigo Ernesto, por otro lado, estudió Física, su deseo era dedicarse a la investigación. Esto le llevó a vivir una temporada en Dublín, para, al final, regresar a Barcelona. En más de una ocasión me ha comentado que fue un error no haberse preparado oposiciones a profesor de secundaria. Hubiera ganado en estabilidad laboral.

Carreras que tienen como salida la docencia en secundaria.

El abanico de carreras que tienen como salida la enseñanza secundaria es bastante amplio. Esta es una muestra de las carreras más habituales.

  1. Filología. Filología hispánica, inglesa, francesa, etc., proporcionan los fundamentos al estudiante para que pueda impartir clases de lengua y literatura en un instituto, así como enseñar lengua extranjera.
  2. Matemáticas. Los licenciados en matemáticas están preparados para enseñar matemáticas en secundaria y bachillerato.
  3. Biología. Esta carrera habilita para impartir lo que antes se llamaban ciencias naturales. Asignaturas de secundaria que están relacionadas con la biología y la geología.
  4. Química. Un licenciado en química podrá impartir clases de química, de asignaturas relacionadas con esta materia y hasta de matemáticas.
  5. Física. Lo mismo sucede con los licenciados en Física, los cuales pueden impartir esta materia y trabajar en el departamento de matemáticas.
  6. Geografía e historia. Esta carrera forma al licenciado para poder impartir geografía, historia e historia del arte.
  7. Filosofía. La docencia es la salida más habitual para los estudiantes de filosofía. En los institutos de secundaria podrán impartir la asignatura de filosofía y educación ética.
  8. Economía. Entre el profesorado de los institutos también encontramos licenciados en Económicas y Empresariales. Son más habituales en los institutos de F.P., pero también pueden impartir clases en institutos de bachillerato.
  9. Ingeniería. Las ingenierías también están presentes en el cuerpo docente de enseñanza secundaria. Podrán impartir materias como tecnología e informática.
  10. Psicología y pedagogía. Estos profesionales prestan su servicio en buena parte de los centros educativos. Su formación les permite trabajar en orientación educativa.
  11. Música. Los músicos que han hecho carrera en el conservatorio podrán impartir la asignatura de música en los institutos de secundaria y bachillerato. Dentro de esta materia enseñan historia de la música y conceptos básicos de teoría musical.
  12. Educación Física. Hace tiempo que la educación física se conformó como una carrera propia. En sus facultades se instruyen a los profesores que imparten esta asignatura en primaria y secundaria.
  13. Bellas Artes. Los licenciados en Bellas Artes pueden impartir diferentes asignaturas como dibujo técnico, artes plásticas y algunas de las asignaturas que están presentes en el plan de Bachillerato Artístico.

¿Cómo es la oposición?

La demanda de opositores a enseñanza secundaria, nos comentan los preparadores de Oposiciones de Enseñanza, una academia de Valladolid que lleva años preparando oposiciones de enseñanza a todos los niveles tanto online como presencialmente, ha hecho que los cursos de preparación sean cada vez más exigentes. Más ligados al funcionamiento concreto del examen.

De esta forma, además de estudiar el temario, los opositores estudian casos prácticos, aprenden a elaborar una Unidad Didáctica Completa y practican oratoria para poder defenderla delante de un tribunal.

La web de la Universidad Internacional de La Rioja nos recuerda que las oposiciones a secundaria tienen dos partes. Una que sería la fase de oposición, y otra la de concurso.

La fase de oposición consta de dos pruebas eliminatorias. Es decir, es necesario aprobar la primera para tener acceso a la segunda.

La primera prueba o examen se divide en dos partes. El aspirante deberá desarrollar un tema por escrito y por otro lado, deberá resolver un caso práctico.

Si se ha aprobado esta prueba, el opositor deberá exponer verbalmente ante un tribunal una unidad didáctica y una programación didáctica completa de la especialidad por la que concursa.

La nota final de la primera fase es la media aritmética de las dos pruebas. Del examen escrito y de la exposición oral.

Una vez superada la fase de oposición se entra en la de concurso. En ella se valoran los méritos del candidato. En esta parte se puntúan, partiendo de un baremo, criterios como la experiencia docente, la formación académica y otros méritos como los cursillos de formación, capacitación y reciclaje.

La nota final del concurso-oposición es ponderada. La oposición tiene un peso del 60% sobre la calificación definitiva, mientras que el concurso representa el 40%.

No está de más recordar que aprobar una oposición no es garantía de obtener plaza como funcionario. Las comunidades autónomas, que son las que convocan estas oposiciones, proveen un número de plazas limitado, que se cubre con los candidatos por orden de puntuación.

Si se convocan 50 plazas para profesor de Historia en la Comunidad Valenciana, estas plazas se cubren con los 50 aspirantes que más nota hayan sacado en el concurso-oposición. Siempre que hayan superado la nota de 5.

Si quedan plazas por cubrir, situación que ha sucedido en más de una convocatoria, las plazas no cubiertas se acumulan para posteriores convocatorias.

¿Preparar oposiciones en casa o en una academia?

Como señala el periódico digital Objetivo Castilla – La Mancha, prepararse unas oposiciones, más que una actividad, es un periodo de nuestra vida. Una temporada de varios meses o años, en el que una parte importante de nuestro día a día lo va a ocupar estudiar.

Es diferente a nuestra época académica. En la que hemos estudiado en el instituto o en la universidad. Aquí nos estamos preparando un examen en el que nos jugamos nuestro futuro. Es un todo o nada. Bien es cierto que no hay que ser tan exagerado. Que si no se aprueba una oposición a la primera, surgirán más oportunidades, pero a nadie le gusta ir encadenando oposiciones sin obtener plaza.

De ahí lo importante que es ver cómo nos planteamos la preparación. En cuanto a la forma de estudiar una oposición, fundamentalmente existen dos, aunque puede haber variantes. Podemos estudiar la oposición por nuestra cuenta, en casa, o acudir a una academia. Cada una de estas dos opciones tiene sus pros y sus contras.

Prepararnos en casa nos permite estudiar a nuestro aire. Nos facilita compatibilizar la actividad laboral, en caso de que la simultaneemos, con la preparación de la oposición. No tenemos que estar pendientes de encajar nuestra agenda diaria con el horario de las clases. Sin embargo, esta opción requiere una mayor autodisciplina. Muchos opositores que estudian en casa suelen contratar a un preparador que actúa como una especie de coach y que les marca un ritmo de estudio.

Estudiar en una academia implica una preparación más pegada al terreno, más ligada a lo que vamos a encontrar en el examen. Todo ello, dentro de un ambiente colectivo de estudio. Las academias para oposiciones, además de elaborar los temarios, partiendo de las indicaciones que se publican en los decretos de convocatoria, suelen analizar oposiciones que se han convocado anteriormente. Esto les sirve de referencia para guiar las clases.

Al asistir a una academia te encuentras con otros opositores como tú. Personas que se están preparando la misma oposición y que podéis ayudaros en el estudio. La sensación no es la misma que estar estudiando solo en casa, en la que pareces un lobo solitario preparándose para enfrentarse contra el mundo.

El mayor inconveniente que tienen las academias es que tienes que desplazarte a un lugar físico en un horario determinado para asistir a las clases. Algo que a veces resulta complicado debido a nuestros compromisos laborales, familiares o personales.

Últimamente, las academias han flexibilizado la oferta formativa. Ofreciendo preparaciones online e, incluso, clases grabadas. De todos modos, para cohesionar el grupo y para tener un contacto directo con el alumno, siempre es recomendable programar clases en directo y en streaming.

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