A la hora de emprender un proyecto de negocio o expandir una empresa, siempre es aconsejable realizar un estudio de viabilidad sobre el mismo. De hecho, se trata de algo que más que recomendable, debería ser obligatorio. Si se trata de buscar financiación para montar el negocio, lo más probable es que la entidad financiera solicite un plan de negocio para estudiar la viabilidad del mismo, antes de conceder cualquier tipo de financiación. En el caso de tratarse de dinero propio, aunque no se suela realizar, es igualmente necesario confeccionar un buen plan de negocio que proporcione toda la información necesaria para conocer las posibilidades de éxito.
Montar un negocio no es nada fácil, sobre todo si careces de experiencia, pero siempre hay profesionales dispuestos a ayudar en estas cuestiones y es posible contratar servicios como los que ofrece Action Project que van desde la gestión empresarial hasta el liderazgo, pasando por los estudios de viabilidad necesarios en casos de desarrollo empresarial o cualquier asunto relacionado. Como decimos, realizar un buen estudio de viabilidad no es solo una cuestión de emprendimiento. Toda empresa que se precie debe pasar por estos estudios para conocer el estado de salud de su empresa, en los casos en los que se necesite financiación para continuar con el negocio o a la hora de expandir el mismo.
La viabilidad es necesaria para entender que el proyecto va por el camino correcto y tiene posibilidades de éxito. Evidentemente se trata de un papel con una serie de estimaciones que pueden o no darse a la hora de ejecutar lo que el plan de empresa contiene, pero es cierto que un plan de negocio y un buen estudio de viabilidad auguran la llegada a buen puerto o la necesidad de hacer cambios para mantenerse en el mercado. Es una realidad que esta herramienta constituye uno de los indicadores más potentes a la hora de determinar el futuro del proyecto.
La importancia de la viabilidad
Para entender porque se trata de un documento tan importante, primero debemos entender en que consiste un estudio de viabilidad. Toda empresa suele, y debe, como ya hemos comentado, llevar a cabo este tipo de estudios para determinar el beneficio potencial que existe en una nueva idea de negocio. Estos estudios pueden hacerse desde varias perspectivas, de tal manera que se analicen y revisen al detalle todos y cada uno de los aspectos que conlleva una nueva idea de negocio, antes de ponerla en marcha.
Las áreas más comunes que se incluyen en un estudio de viabilidad consisten en la investigación de mercado, los aspectos técnicos, el modelo de negocio y la gestión. Así mismo pueden incluirse en el estudio aspectos tales como la idea de negocio y las posibilidades de que la ejecución de la misma no tenga el existo deseado. El tiempo de dedicación para realizar el estudio, varía en función de todos los aspectos contenidos en el plan a analizar.
Dentro de los tipos de estudio de viabilidad que se pueden realizar, cabe destacar los de índole técnica, económica, legal, operativa y temporal. Veamos con detenimiento cada uno de ellos.
Cuando se habla de la viabilidad técnica, se hace referencia a los recursos técnicos y la experiencia que se deben tener a la hora de iniciar un proyecto y cumplir con las exigencias del mismo.
En cuanto a la viabilidad económica, trata de hacer una evaluación de los factores económicos que determinan la viabilidad financiera del proyecto en cuestión. Para hacerlo, se utiliza un análisis basado en la relación coste beneficio que compara los costes que conlleva, es decir la inversión, con los beneficios previstos.
También es importante estudiar la viabilidad legal del proyecto, puesto que deben cumplir con la legalidad vigente, lo que incluye las leyes y reglamentos que son de aplicación a cada una de las actividades que se pretendan desarrollar.
Estudiar la viabilidad operativa es otra de las posibilidades, en este caso, se estudia la adecuación del proyecto y la planificación de la capacidad, los recursos, las metas estratégicas y los objetivos empresariales que se plantean.
Proponer un tiempo determinado para ejecutar el proyecto, es lo que se conoce como viabilidad temporal. No está de más, estudiar las posibilidades de ejecución en el tiempo deseado, llevando a cabo una correcta planificación sobre cada fase de desarrollo.
Teniendo en cuenta los aspectos a estudiar en el plan de viabilidad, en el mismo deben incluirse los siguientes puntos:
- Un resumen ejecutivo que describa los detalles del proyecto, producto, servicio, plan o negocio.
- Las consideraciones tecnológicas que incluyen las necesidades de equipo y recursos de esta categoría que serán necesarios para hacer que el proyecto funciones. De no disponer de los mismos, hay que incluir los costes.
- El mercado existente que se encarga de analizar el mercado local y más amplio para el producto, servicio, plan o negocio.
- Una estrategia de marketing bien definida en la que se incluyan objetivos y metas, actividades y programa de actividades necesarios para promocionar los productos o servicios que componen el proyecto.
- Incluir un organigrama con el personal que se necesita para el desempeño del negocio, deben describirse los puestos que se deben cubrir para que el proyecto tenga éxito.
- Un calendario que incluya los marcadores intermedios clave para la finalización del proyecto.
- Datos financieros que incluyan todo lo relativo a finanzas, administración y contabilidad del proyecto.
- Un apartado de conclusiones y recomendaciones al final del documento en el que se describa y desglose el alcance de la propuesta teniendo en cuenta los puntos detallados previamente.
Un trabajo de campo que aporta grandes beneficios
Realizar un estudio de viabilidad consiste en realizar un trabajo de campo en que se analizan al detalle todos los aspectos relativos que atañen a un proyecto. Desde el nicho de mercado hasta las posibilidades de que el producto o servicio tengan éxito, deben ser analizados y estudiados para minimizar el margen de error y ejecutar un proyecto con buena proyección.
Hacer este tipo de estudios antes de iniciar cualquier andadura empresarial puede parecer tedioso, pero conlleva una serie de beneficios que hay que destacar. En primera instancia, respaldan una visión de negocio, puesto que pueden convertirse en una parte fundamental para dimensionar los alcances de un negocio. Evaluar el panorama que rodea el mismo, incluyendo los clientes y su procedencia y la competencia, es posible calibrar las probabilidades de éxito.
Al mismo tiempo es una herramienta que ayuda a definir metas y objetivos, así como las estrategias necesarias para poner en marcha el negocio y que tenga éxito. Permite comprender los costes de la inversión y la potencial obtención de ingresos que hacen posible obtener los recursos que sean necesarios para completar el proyecto o expandirlo.
Gracias a un estudio de viabilidad bien desarrollado, se facilita el desarrollo efectivo del mismo. En función de los objetivos que se vayan definiendo, estos serán mejor comprendidos durante todo el desarrollo, permitiendo elaborar un plan combinado con la previsión financiera y el impacto económico que atraiga a los socios capitalistas o las entidades financieras.
Una vez que conoces todos los aspectos que implican el estudio y por tanto, la ejecución del proyecto, así como los costos de la inversión, la competencia, los clientes y su procedencia y los ingresos potenciales, tienes una idea del capital necesario para empezar el proyecto y mantenerte el tiempo necesario hasta que tenga éxito.
Si tienes en mente emprender un negocio o ampliar el que ya tienes, no olvides los aspectos que tienes que tener en cuenta a la hora de realizar el conveniente estudio de viabilidad. Por si no lo tienes claro, te lo recordamos:
- Hacer un análisis preliminar y esbozar el proyecto.
- Preparar un retorno de inversión (ROI).
- Hacer un estudio de mercado para obtener información precisa.
- Planificar la organización y operaciones del negocio.
- Hacer un balance de apertura que incluya activos y pasivos.
- Realizar una revisión y análisis de los datos con detenimiento.
- Tomar la decisión de si se trata de un proyecto viable o no.
En definitiva, un estudio de viabilidad consiste en hacer una evaluación exhaustiva de un proyecto o empresa comercial con la finalidad de averiguar cuáles son sus posibilidades de éxito potenciales, tanto a nivel técnico como financiero. Estos estudios, incluyen de forma generalizada, un estudio de mercado, el análisis de la competencia, una evaluación sobre los requisitos necesarios para empezar, financieros y operativos, y una evaluación del equipo de trabajo y directivo. Con ayuda de esta investigación tan minuciosa, se ponen encima de la mesa los posibles peligros y las dificultades potenciales que pueden afectar al negocio, con lo que se pueden proponer y sugerir las herramientas necesarias para afrontarlos.
Un estudio de viabilidad tiene como objetivo ayudar a decidir si el proyecto o negocio, debe seguir adelante o no. En caso afirmativo, proporciona la configuración necesaria para que el mismo cuente con las mayores probabilidades de alcanzar el éxito pretendido. Siempre es conveniente y positivo realizar un buen estudio de viabilidad antes de lanzarse a la aventura del emprendimiento o expansión de una empresa.