Cuando se tiene un negocio y somos emprendedores, hay que tener una cosa bastante clara: nosotros mismos, nuestra persona, es la imagen principal de nuestro negocio. Muchas personas van a considerar que nosotros somos el negocio, ni más ni menos. La verdad es que estamos hablando de una situación que nos genera una presión extra y no cabe la menor duda de que el emprendedor en cuestión debe tener eso en cuenta para que su propia imagen también se encuentre en sintonía con la de la empresa y que la potencie. Si no es así, está claro que podemos encontrarnos con problemas y que nuestra empresa puede ver resentida su imagen de marca.
Es evidente que hay que estar pendientes de muchas cosas cuando nos encontramos en una situación como la que estamos describiendo. No podemos permitirnos estar dirigiendo un negocio e ir vestidos de cualquier manera, no cuidar de nuestros modales o tener un físico que no inspire demasiada confianza. Por tanto, tenemos la responsabilidad de apostar por nosotros y nosotras mismas porque esa va a ser una de las primeras cosas que se valoren entre los clientes. Por tanto, no cabe la menor duda de que no hay elección posible: si no cuidamos de nuestro propio cuerpo, que es una de las herramientas que más nos puede ayudar a que el cliente confíe en nosotros, estamos perdidos.
Una de las herramientas más poderosas con las que cuenta una persona que está al frente de una empresa con respecto a sus clientes es la sonrisa. Primero, por lo que significa: una sonrisa viene a decirle a la persona que se acerca a nosotros que es bienvenida a nuestro local y que estamos a su disposición para todo aquello que pueda necesitar. Por otro lado, la sonrisa viene a mostrar una de las zonas de nuestro cuerpo que resulta más agradable por su color y su forma. De hecho, una sonrisa bonita es una de las cosas en las que primero nos fijamos a la hora de catalogar a una persona como alguien atractivo o no.
Por desgracia, no todo el mundo cuida de la misma manera de su sonrisa. En el caso de los emprendedores que trabajan de cara al público, esta es también una realidad absoluta. Y es una pena que haya quien no le preste la suficiente atención a un asunto como lo es este, no siendo consciente de lo que importa cuidar de la imagen física. A fin de cuentas, no mantener un cuidado mínimo hace que, en el mejor de los casos, padezcamos manchas en los dientes. Eso es lo que dicen desde la Ortodoncia Gran Vía, 51, una entidad especializada ya no solo en todo tipo de tratamientos dentales, sino también en estética facial, apuntando al mismo tiempo que se ha disparado el número de personas que padecen este tipo de manchas.
Hay básicamente 3 maneras de pelear contra las manchas:
- Se puede apostar por una limpieza profesional superficial en caso de que las manchas sean superficiales. Es, de hecho, la mayoría de las manchas que se suelen producir en el caso de las personas y no cabe la menor duda de que es el motivo por el que más gente se suele realizar una limpieza profesional. De hecho, suele ser habitual que sea necesaria esta limpieza de vez en cuando para paliar el color que cogen los dientes por el simple paso del tiempo.
- El blanqueamiento dental se tiene que realizar cuando las manchas son más persistentes, cuando no basta con una limpieza para tratar de resolver el asunto.
- Las carillas dentales, por su parte, constituyen el tratamiento para cuando el problema adquiere un nivel superior. Y la verdad es que ayudan sobremanera a resolverlo.
No es ninguna tontería lo que estamos diciendo. Que la sonrisa de una persona sea blanca y esté perfectamente cuidada es algo que nos hace estar cerca de la persona que son propietarias de la misma. Lógico y normal, ¿no? Y la verdad es que ocurre lo mismo en el caso de que el hombre o la mujer de la que estemos hablando sea propietaria de una tienda. Por tanto, que la sonrisa de una de esas personas este cuidada es un argumento de ventas más, porque atraerá a los clientes hasta la tienda y hará que se fidelicen, que cuando vuelvan a querer algo que nosotros vendemos les salga la tienda de esa persona de sonrisa bonita y blanca como primera opción.
No hay que olvidarse de ser majos y extrovertidos
Tengamos en cuenta que no solo es necesario tener una sonrisa bonita para que podamos atraer a los clientes que confíen en nosotros. También es necesario que tengamos una voluntad para ayudar a las personas que vengan al establecimiento. Para eso, hay que ser majos y hay que ser extrovertidos. En caso de que no lo seamos, será mucho más difícil que podamos cumplir con un objetivo como el de conseguir que las personas se sientan satisfechas con el servicio que les hemos ofrecido. A fin de cuentas, que las personas se sientan cómodas cuando nos vienen a comprar es algo que depende en buena medida de lo extrovertidos que seamos.
Esto hará que se desarrolle la mejor herramienta de publicidad: el boca a boca
Muchas veces, solemos hablar de herramientas de marketing de todo tipo dejando de lado una de las formas de publicidad más grandes y más importantes de todas cuantas puede haber: el boca a boca. El hecho de que la gente tenga una buena opinión sobre nosotros y vaya hablando de lo bien que le hemos tratado y la eficacia de nuestros productos y servicios con otras personas hace que nuestro negocios tenga una visibilidad más grande y que sea posible que la cantidad de gente que nos visite también crezca, que es el objetivo que podemos perseguir con cualquier estrategia publicitaria que tengamos en la cabeza.
Si, además de esto, ofrecemos una imagen estupenda de nosotros mismos, mejor que mejor. Y la sonrisa es una de las herramientas que mejor funcionan para conseguir que eso sea así. Es verdad que su influencia va a ser menor si el producto que hemos vendido o el servicio que hemos dado no ha sido totalmente bueno, pero os podemos decir que este es un elemento complementario que puede marcar la diferencia cuando ese producto o servicio que ofrecéis es similar al que tiene la competencia y el cliente está valorando cuál de las dos opciones (o más) de las que dispone es la que va a elegir.
Queremos ir concluyendo este artículo hablando de dos artículos publicados en la web de Puromarketing en los que se habla de algunas cuestiones ligadas al marketing de la empresa y, en concreto, a lo que conocemos como el boca a boca. Vamos a analizarlos:
- En el primero de ellos, se establece que el boca a boca tiene una importancia muy grande en cualquier estrategia de marketing. De hecho, en el anuncio se dice que “lo que necesitas es que hablen de tu negocio”. Y es una verdad como un templo, a nadie le cabe la menor duda. Si pasamos desapercibidos, estamos haciendo algo muy mal porque, cuando al cliente se le presente la necesidad de comprar algo que nosotros le podemos proporcionar, no vamos a salir en el radar mental que se va a componer respecto a los negocios y establecimientos en los que puede adquirir aquello que necesita. Y, claro, eso nos va a quitar posibilidades para vender. Evidentemente, esto no es lo que buscamos ni mucho menos.
- En el segundo de los artículos, se comenta directamente que el 75% de los usuarios confía en una empresa si tiene opiniones positivas en Internet. Y aquí es donde entran en juego las reseñas de Google, que hacen las veces de boca a boca en el mundo digital. ¿Qué es lo primero que hacéis vosotros y vosotras cuando estáis pensando comprar algo? Ir a Google para comprobar la experiencia que han tenido las demás personas en la empresa a la que estáis valorando comprar. Si esa experiencia ha sido positiva en la mayor parte de los casos, lo más probable es que decidáis comprar. Pero si la situación es a la inversa, os lo pensáis dos veces. Exactamente del mismo modo que si las opiniones os las dice alguien de viva voz.
Lo que está claro es que la opinión de la gente importa con independencia de que la obtengamos directamente o a través de medios digitales. En este sentido, también es importante cuidar de las opiniones que la gente tenga de nosotros y nosotras en las redes sociales. Y es que es la propia experiencia humana la herramienta que más vale a la hora de tomar decisiones en la vida. Ya no solo en lo que tiene que ver con comprar un producto o contratar un servicio, sino en cualquier aspecto que os podáis imaginar. Por tanto, si sois emprendedores o emprendedoras, tened esto siempre en cuenta.
